Questa è un'intervista che ho rilasciato per il settimanale Alfa y Omega.
Foto: Irishchesterton.blogspot.com
Inspirado por su experiencia en Oxford, san John Henry Newman ideó una universidad con una doble vertiente: la formación intelectual destinada a alcanzar la excelencia, y la vida comunitaria y el acompañamiento destinado a promover el crecimiento moral y la sabiduría en un sentido más amplio.
En 1854, nueve años después de su conversión al catolicismo, san John Henry Newman recibió la invitación de los obispos de Irlanda a convertirse en rector de la Universidad Católica de Irlanda, que habían decidido crear. Newman se entregó al proyecto, en la misma época que daba una serie de conferencias que luego se publicarían con el título La idea de una universidad. Sin embargo, en 1859 abandonó el proyecto. Esta etapa de su vida es uno de los ejes en torno a los cuales gira la jornada académica que sobre él organiza este viernes la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, bajo el título Un ideal de sabiduría humanismo para el siglo XXI. Angelo Bottone, del University College de Dublín (heredero de esta universidad) y encargado de la conferencia inaugural de la jornada, explica a Alfa y Omegaqué pasó en esos cinco años para que el ideal de universidad que soñó el célebre converso inglés no se cumpliera
¿Cuál era la idea que tenía el cardenal Newman de cómo debía ser una universidad? ¿Cómo influyó su experiencia de 20 años como profesor y pastor en una ciudad tan marcada por la vida universitaria como Oxford?
Esta experiencia tuvo una profunda influencia en su idea de universidad, en particular en lo que respecta al rol de los colleges. Para él, la meta principal de la universidad no es la utilidad o la moralidad, sino la excelencia intelectual. Es muy claro al advertir que el conocimiento no hace mejores moralmente a las personas; pero, a pesar de todo, afirma que una educación apropiada no implica simplemente la formación del intelecto sino de toda la personalidad.
Así que, inspirado por su experiencia de Oxford, concibe una universidad basada en un modelo dual de lecciones pero también de vida comunitaria en un college bajo la dirección de tutores. Las lecciones magistrales, la investigación, los exámenes, etc. son para promover la excelencia intelectual, y el college es para formar la personalidad en lo moral. Podríamos decir que una dimensión está orientada al conocimiento y la otra a la sabiduría.
La idea de fundar la Universidad Católica de Irlanda, en la que se le invitó a participar, partía de la idea de crear una institución de enseñanza superior apta para católicos, a diferencia de otras marcadas por el anglicanismo o claramente seculares. ¿Pensaba Newman que los católicos solo debían ir a universidades católicas, al menos en contexto anglosajón?
En Inglaterra y también en Irlanda los estudiantes católicos quedaban excluidos de las universidades tradicionales, o al menos tenían el acceso limitado. En algunos casos se exigía una profesión de fe católica, en otros podían obtener un título pero no becas, etc. Cuando el Gobierno británico estableció nuevas facultades en Irlanda, los profesores todavía eran predominantemente protestantes, por lo que los obispos irlandeses, siguiendo las instrucciones del Papa, decidieron abrir su propia universidad católica.
¿Cómo recibió Newman la oferta de tomar parte en esta fundación?
Aceptó porque pensó que sería una oportunidad única para implementar sus ideas sobre educación. También era un servicio no solo a la Iglesia católica en Irlanda sino en todo el mundo anglófono. Esperaban atraer a estudiantes de muchos países.
Entonces, ¿qué ocurrió para que abandonara a los pocos años?
La Universidad Católica de Irlanda no funcionó según el plan inicial por varias razones. Irlanda era todavía un país muy pobre, y eran los años posteriores a la Gran Hambruna, que diezmó a la población. La clase media católica no era lo suficientemente grande para alimentar esta nueva universidad. Además, nunca recibió una aprobación formal del Gobierno británico, y por eso sus títulos no estaban reconocidos legalmente. Los recursos de los obispos eran limitados, y había desacuerdos entre ellos sobre cómo gestionarla. Además, Newman también estaba bastante ocupado con el Oratorio de Birmingham. Viajaba constantemente de Inglaterra a Irlanda y viceversa y no pudo dedicarse totalmente a este proyecto.
¿Llegó a acercarse la universidad a lo que él tenía en mente? ¿Está cerca hoy en día?
En realidad no. La única facultad que tuvo éxito fue la de Medicina, porque aunque sus títulos no tenían reconocimiento estatal, preparaba a los estudiantes para que se presentaran a los exámenes oficiales para ser médicos en distintas partes del Imperio Británico. La Facultad de Artes (Humanidades, N. d. R.), famosa porque en ella estudió James Joyce, sobrevivió hasta 1909, cuando se incluyó en la Universidad Real de Irlanda (más tarde llamada Universidad Nacional de Irlanda), que era estatal y secular. La Universidad Católica de Irlanda ya no existe, pero hay una conexión histórica con el University College de Dublín, que es parte de la Universidad Nacional de Irlanda.
María Martínez López